En un ritmo frenético
Nuestros cuerpos se encuentran
Mis manos tocando las tuyas
Nuestros rostros pegados
No quieren se dividir
La música cautiva a nuestros pasos
Cada gesto, cada movimiento
Sigue el ritmo de un violín
Nuestras piernas se confunden
En el mismísimo espacio
Dos cuerpos se deshacen
El violín se mezcla a un piano
Una voz se junta al dúo
Al sonido de este tango
Nuestros mundos se ligan.
Por Ana Aratfenien - A30/04/2010
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